viernes, 5 de abril de 2013

II. La Expiación como defensa



1. Puedes hacer cualquier cosa que yo te pida. 2Te he pedido que obres milagros, y he dejado claro que los milagros son naturales, correctivos, sanadores y universales. 3No hay nada que no puedan lograr, pero no pueden llevarse a cabo con un espíritu de duda o de temor. Cuando tienes miedo de algo, estás admitiendo que ello tiene el poder de hacerte daño. Recuerda que donde esté tu corazón allí también estará tu tesoro. 6Crees en lo que conside­ras valioso. 7Si tienes miedo, es que estás equivocado con respecto a lo que es valioso. 8Tu entendimiento inevitablemente evaluará erróneamente, y al otorgar el mismo poder a todos los pensamientos  destruirás inevitablemente la paz. 9Por eso es por lo que la Biblia habla de "la paz de Dios que supera todo razonar" 10No hay error que pueda alterar esa paz en lo más mínimo. 11Dicha paz no permite que nada que no proceda de Dios te afecte. 12Éste es el uso correcto de la negación. 13No se usa para ocultar nada, sino para corregir el error. 14Lleva todos los errores ante la luz, y puesto que el error es lo mismo que la oscuridad, corrige todos los errores automáticamente.

Pertenecemos a aquello a lo que le tenemos miedo puesto que el miedo tiene un poder brutal sobre nosotros.  Si tenemos miedo es porque creemos que somos “amenazables”.  Sentimos que lo “amenazado” es valioso y ahí es donde nos equivocamos. Lo trascendente es llevar la Luz a la oscuridad. Al llevar la Luz la oscuridad no se destruye… sencillamente se desvanece.
Los errores son obstáculos al Amor y tienen que ser corregidos para poder experimentar el Amor.


2. La auténtica negación es un poderoso mecanismo protector. 2Puedes y debes negar toda creencia de que el error puede hacerte daño. 3Esta clase de negación no oculta sino que corrige. 4Tu mente recta depende de ella. 5Negar el error es una sólida defensa en favor de la verdad, pero negar la verdad da lugar a creaciones falsas: las proyecciones del ego. 6La negación del error, puesta al servicio de la mente recta, libera a la mente y re-establece la liber­tad de la voluntad. 7Cuando la voluntad es realmente libre no puede crear falsamente porque sólo reconoce la verdad.

No existe nada, absolutamente NADA que pueda hacernos daño. Nada Real puede ser amenazado y nada irreal existe…. Por lo tanto nada nos puede hacer daño.   La mente recta, el Ser que somos en realidad surge a partir de la negación a la posibilidad de que se nos puede hacer daño.
No hay que sacrificar nada. No se nos pide nada.
La Voluntad de Dios es perfecta Paz, perfecta Felicidad, perfecto Amor. Perfecta Libertad.  La mente errónea, ése ego que creemos que somos está sometido por el miedo, y no tiene verdadera libertad porque su miedo nos esclaviza.
Comenzar a observar la mente y decirnos continuamente “eso no es verdad” cuando las amenazas nos circunden.

3.      Puedes defender la verdad así como el error. 2Los medios son más fáciles de entender después de que se ha establecido firme­mente el valor del objetivo. 3Pero lo que hay que tener en cuenta es cuál es su propósito. 4Todo el mundo defiende su tesoro, y lo hace automáticamente. 5Las preguntas esenciales son, pues: ¿qué es realmente importante para ti?, y ¿cuán importante lo es?

Estas preguntas son vitales y hay que observar la necesidad que tenemos de tener la razón. Con frecuencia nos quedamos en el error por la ganancia secundaria de tener la razón a como sea. Eso en si mismo es un error dentro de otro error. Especialmente cuando se tiene claro que la Paz de Dios soluciona cualquier necesidad, la que sea.


6Una vez que hayas aprendido a tener en cuenta estas preguntas y a tenerlas presentes en todas tus acciones, tendrás muy poca difi­cultad en clarificar los medios. 7Los medios están a tu disposición siempre que los pidas. 8Puedes, sin embargo, ahorrar tiempo si no aplazas innecesariamente este paso. 9Un enfoque correcto lo acortará enormemente.

Cuando se tiene claro que la Paz de Dios soluciona todo, todo, todo… automáticamente se convierte en el único objetivo posible.

4. La Expiación es la única defensa que no puede usarse destruc­tivamente porque no es un recurso que tú mismo hayas inven­tado. 2El principio de la Expiación estaba en vigor mucho antes de que ésta comenzara. 3El principio era el amor y la Expiación fue un acto de amor. 4Antes de la separación los actos eran innecesa­rios porque no existía la creencia en el tiempo ni en el espacio. 5Fue sólo después de la separación cuando se planearon la Expia­ción y las condiciones necesarias para su cumplimiento. 6Se nece­sitó entonces una defensa tan espléndida que fuese imposible usarla indebidamente, aunque fuese posible rechazarla. 7Su re­chazo, no obstante, no podía convertirla en un arma de ataque, que es la característica intrínseca de otras defensas. 8La Expia­ción, pues, resulta ser la única defensa que no es una espada de dos filos. 9Tan sólo puede sanar.

La Expiación es el reconocimiento total de que no estoy separado de Dios. De que no es posible estar separado de Dios.  Es la respuesta al pensamiento de separación y sólo comenzó desde el momento en que la idea de la separación comenzó.  Anteriormente a la idea de la separación el tiempo y el espacio tampoco existían, pues éstos son los que confirman la separación. Siempre estamos separados por el tiempo y el espacio. Son los medios de la separación, así como el momento presente es el único tiempo Real y en el que se siente la Unión Completa al Uno.
  
5.      La Expiación se instituyó dentro de la creencia en el tiempo y en el espacio para fijar un límite a la necesidad de la creencia misma, y, en última instancia, para completar el aprendizaje. 2La Expiación es la lección final. 3El aprendizaje en sí, al igual que las aulas donde tiene lugar, es temporal. 4La capacidad para apren­der carece de valor cuando ya no hay necesidad de cambiar. 5Los que son eternamente creativos no tienen nada que aprender. 6Tú puedes aprender a mejorar tus percepciones y puedes convertirte progresivamente en un mejor alumno. 7De este modo habrá cada vez más armonía entre la creación y tú, pero la Filiación en sí es una creación perfecta y la perfección no tiene grados. 8El aprendi­zaje tiene sentido únicamente mientras se crea en diferencias.

Nada de lo que necesita del tiempo es Real. Nada de lo que vive en el tiempo es Real… son sólo interpretaciones. Hay que recordarlo continuamente. Hay que aprender a hacerlo en el tanto no sepamos reconocerlo automáticamente. Una vez que la Verdad sea vista claramente y sea aceptada totalmente aprender, como perdonar… dejará de ser necesario.
  
6.      La evolución es un proceso en el que aparentemente pasas de una etapa a la siguiente. 2Corriges tus previos tropiezos yendo hacia adelante. 3Este proceso es realmente incomprensible en tér­minos temporales, puesto que retornas a medida que avanzas. 4La Expiación es el medio a través del cual puedes liberarte del pasado a medida que avanzas.

Puesto que al reconocer la Verdad vemos que el error no existió y soltamos la necesidad de tener el control sobre lo que sea que haya sucedido. Colapsa el tiempo porque si podemos cambiar el pasado al reinterpretarlo desde el Amor.  

5La Expiación desvanece los erro­res que cometiste en el pasado, haciendo de este modo innecesario el que sigas volviendo sobre tus pasos sin avanzar hacia tu retorno. 6En este sentido la Expiación ahorra tiempo, pero al igual que el milagro al que sirve, no lo abole. 7Mientras siga habiendo necesidad de Expiación, seguirá habiendo necesidad de tiempo. 8Pero la Expiación, en cuanto que plan que ya se ha completado, tiene una relación única con el tiempo. 9Hasta que la Expiación no se complete, sus diversas fases evolucionarán en el tiempo, pero la Expiación en su totalidad se encuentra al final del tiempo. 10En ese punto el puente de retorno ya se ha construido.

7.      La Expiación es un compromiso total. 2Puede que aún asocies esto con perder, equivocación ésta que todos los Hijos de Dios separados cometen de una u otra forma. 3Resulta difícil creer que una defensa que no puede atacar sea la mejor defensa. 4Eso es lo que se quiere decir con "los mansos heredarán la tierra". 5Literalmente se apoderarán de ella debido a su fortaleza. 6Una defensa de doble filo es intrínsecamente débil precisamente porque tiene dos filos, y puede volverse contra ti inesperadamente. 7Esta posi­bilidad no se puede controlar excepto con milagros. 8El milagro convierte la defensa de la Expiación en tu verdadera protección, y, a medida que adquieres más y más seguridad, asumes tu talento natural de proteger a otros, reconociéndote simultáneamente corno Hijo y como hermano.

La mejor defensa es verse unido a Dios, como siempre y como ha sido desde el principio de los tiempos. Es la única Verdad posible.  La “mansedumbre” implica no atacar, implica sólo creer en la Verdad. Negar la apariencia de amenaza es la mejor defensa… porque la amenaza es sólo la máscara que el miedo pone a una realidad. Al quitar la máscara vemos que el miedo es irreal, viene de la irrealidad y nos enseña una irrealidad.
Lo único Real es que somos el hijo perfecto de Dios y nada nos puede amenazar.  La reinterpretación de lo que vemos se la podemos entregar al Espíritu apra que él la reinterprete por nosotros y nos muestre la Verdad. 

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