1. Curar es el único tipo de pensamiento en este mundo que se asemeja al
Pensamiento de Dios, y por razón de los
elementos que ambos tienen en común, el Pensamiento de Dios puede transferirse
fácilmente a él. 2Cuando un hermano se percibe a sí mismo enfermo,
se está percibiendo como un ser incompleto, y, por ende, necesitado. 3Si
tú también lo percibes así, lo estás viendo como si realmente no formase parte
del Reino y se encontrase separado de él, con lo cual el Reino queda velado
para ambos. 4La enfermedad y la separación no son de Dios, pero el
Reino sí. 5Si enturbias el Reino estarás percibiendo lo que no es de
Dios.
Al recordar a Dios cuando se ve a un enfermo (Y la escasez por ejemplo, es una enfermedad), es una apariencia ilusoria del mundo caótico del sistema de pensamiento del miedo. No es real, puesto que el Ser en ésa persona está en Dios. Sin embargo la proyección de nuestro sistema de pensamiento basado en muerte, escazes, pérdida y separación, hace que la percibamos así. No se trata de decir "Eso no te está pasando" a la persona, si no mas bien, de afirmar la Verdad de Dios en ella, en todo momento.
Al recordar a Dios cuando se ve a un enfermo (Y la escasez por ejemplo, es una enfermedad), es una apariencia ilusoria del mundo caótico del sistema de pensamiento del miedo. No es real, puesto que el Ser en ésa persona está en Dios. Sin embargo la proyección de nuestro sistema de pensamiento basado en muerte, escazes, pérdida y separación, hace que la percibamos así. No se trata de decir "Eso no te está pasando" a la persona, si no mas bien, de afirmar la Verdad de Dios en ella, en todo momento.
2. Curar es, por consiguiente, corregir la percepción de tu hermano y la
tuya compartiendo con él el Espíritu Santo. 2Esto os sitúa a ambos
dentro del Reino y reinstaura la plenitud del mismo en vuestras mentes. 3Es
también un reflejo de la creación porque unifica al aumentar e integra al
extender. 4Lo que proyectas o extiendes es real para ti. 5Esta
es una ley inmutable de la mente, tanto en este mundo como en el Reino. 6El
contenido, sin embargo, es diferente
en este mundo porque los pensamientos que dicha ley gobierna aquí son muy
diferentes de los Pensamientos del Reino. 7Las leyes deben
adaptarse a las circunstancias si es que han de mantener el orden. 8La
característica más sobresaliente de las leyes de la mente, tal como operan en
este mundo, es que al obedecerlas -y yo te aseguro que tienes que obedecerlas- puedes obtener resultados
diametralmente opuestos. 9Esto se debe a que dichas leyes han sido
adaptadas a las circunstancias de este mundo, en el que parece posible obtener
resultados diametralmente opuestos porque puedes responder a dos voces que se
oponen entre sí.
Al compartir el pensamiento del Espíritu Santo, extendemos el Amor y lo hacemos crecer. El Amor extiende, el miedo proyecta. Y sus resultados son diametralmente opuestos entre sí.
3. La ley que prevalece dentro del Reino se adapta fuera de él a la premisa: "Crees en lo que proyectas". 2Ésa es la manera en que enseña porque fuera del Reino es esencial aprender. 3Dicha manera de enseñar implica que aprenderás lo que eres de lo que has proyectado sobre los demás, y de lo que, por lo tanto, crees que ellos son. 4En el Reino ni se enseña ni se aprende porque en él no hay creencias. 5Tan sólo hay certeza. 6Dios y Sus Hijos, en la certeza de ser, saben que eres lo que extiendes. 7Esa expresión de la ley no se puede adaptar a nada porque es la ley de la creación. 8Dios Mismo creó la ley al crear mediante ella, 9y Sus Hijos, que crean de la misma manera que Él, la acatan de buen grado sabiendo que la expansión del Reino depende de ella, tal como de ella dependió su propia creación.
4. Para que las leyes puedan ser útiles tienen que comunicarse. 2En efecto, tienen que ser traducidas para aquellos que hablan distintos idiomas. 3Un buen traductor, no obstante, si bien tiene que alterar la forma de lo que traduce, jamás altera el significado. 4De hecho, su único propósito es cambiar la forma de modo que la traducción conserve el significado original. 5El Espíritu Santo es el traductor de las leyes de Dios para aquellos que no las entienden. 6Tú no podrías hacer eso por tu cuenta porque una mente en conflicto no puede serle fiel a un solo significado, y, por lo tanto, altera el significado para conservar la forma.
Al compartir el pensamiento del Espíritu Santo, extendemos el Amor y lo hacemos crecer. El Amor extiende, el miedo proyecta. Y sus resultados son diametralmente opuestos entre sí.
3. La ley que prevalece dentro del Reino se adapta fuera de él a la premisa: "Crees en lo que proyectas". 2Ésa es la manera en que enseña porque fuera del Reino es esencial aprender. 3Dicha manera de enseñar implica que aprenderás lo que eres de lo que has proyectado sobre los demás, y de lo que, por lo tanto, crees que ellos son. 4En el Reino ni se enseña ni se aprende porque en él no hay creencias. 5Tan sólo hay certeza. 6Dios y Sus Hijos, en la certeza de ser, saben que eres lo que extiendes. 7Esa expresión de la ley no se puede adaptar a nada porque es la ley de la creación. 8Dios Mismo creó la ley al crear mediante ella, 9y Sus Hijos, que crean de la misma manera que Él, la acatan de buen grado sabiendo que la expansión del Reino depende de ella, tal como de ella dependió su propia creación.
4. Para que las leyes puedan ser útiles tienen que comunicarse. 2En efecto, tienen que ser traducidas para aquellos que hablan distintos idiomas. 3Un buen traductor, no obstante, si bien tiene que alterar la forma de lo que traduce, jamás altera el significado. 4De hecho, su único propósito es cambiar la forma de modo que la traducción conserve el significado original. 5El Espíritu Santo es el traductor de las leyes de Dios para aquellos que no las entienden. 6Tú no podrías hacer eso por tu cuenta porque una mente en conflicto no puede serle fiel a un solo significado, y, por lo tanto, altera el significado para conservar la forma.
5. El propósito del Espíritu Santo al traducir es exactamente el opuesto. 2Traduce
únicamente para conservar -en todos los idiomas y desde cualquier punto de
vista- el significado original. 3Por consiguiente, se opone a la
idea de que las diferencias en lo relativo a la forma sean significativas,
subrayando siempre que esas diferencias no importan. 4El
significado de su mensaje es siempre el mismo: lo único que importa es el
significado. 5La ley de Dios que rige a la creación no entraña el
uso de la verdad para convencer a Sus Hijos de la verdad. 6La
extensión de la verdad que es la
ley del Reino radica únicamente en el conocimiento de lo que es la verdad. 7Ésta
es tu herencia y no tiene que aprenderse en absoluto, pero cuando te
desheredaste a ti mismo te convertiste por necesidad en un alumno.
6. Nadie pone en duda la relación que existe entre el aprendizaje y la
memoria. 2Es imposible aprender sin memoria, ya que lo que se
aprende tiene que ser consistente para que sé pueda recordar. 3Por
eso es por lo que la enseñanza del Espíritu Santo es una lección que enseña a
recordar. 4Dije anteriormente que el Espíritu Santo enseña a
recordar y a olvidar, pero olvidar sirve únicamente para que recuerdes de
manera más consistente. 5Olvidas para poder recordar mejor. 6No
entenderás Sus traducciones mientras sigas escuchando dos maneras de
interpretarlas. 7Tienes por lo tanto, que olvidar o renunciar a una
para poder entender la otra. 8Ésta es la única manera en que puedes
aprender lo que es la consistencia, para que finalmente tú mismo puedas ser consistente.
7. ¿Qué
significado puede tener la perfecta consistencia del Reino para los que están
confundidos? 2Es evidente que la confusión del alumno interfiere en
su entendimiento de tal significado, y, por lo tanto, le impide apreciarlo. 3En
el Reino no hay confusión porque sólo hay un significado. 4Este
significado procede de Dios y es Dios. 5Puesto
que es también lo que tú eres, es algo que compartes y extiendes tal como tu
Creador lo hiciera. 6Esto no tiene que ser traducido porque se
entiende perfectamente, pero sí necesita extensión porque
significa extensión. 7La comunicación es perfectamente directa y
está perfectamente unificada. 8Es completamente libre porque nada
discordante puede jamás infiltrarse en ella. 9Por eso es por lo que
es el Reino de Dios. 10Le pertenece a Él y es, por lo tanto, como
Él. 11Ésa es su realidad, y no hay nada que pueda afectarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario