1. Siempre que le niegas la bendición a un hermano te sientes desposeído, ya que la negación es tan total
como el amor. 2Negar parte de la Filiación es tan imposible como lo
es amarla sólo en parte. 3No es posible tampoco amarla totalmente
sólo a veces. 4No puedes estar, totalmente comprometido sólo en
algunas ocasiones. 5La negación de por sí no tiene ningún poder, pero tú puedes
conferirle el poder de tu mente, el cual es ilimitado. 6Si lo
utilizas para negar la realidad, ésta desaparece de tu conciencia. 7Es
imposible apreciar la realidad parcialmente. 8Por
eso es por lo que cuando niegas parte de ella pierdes la conciencia de toda
ella. 9La negación, no obstante, es una defensa y, por ello, puede
usarse constructivamente así como negativamente. 10Si se usa negativamente es destructiva, porque se usa
para atacar. 11Pero puesta al servicio del Espíritu Santo, puede
ayudarte a reconocer parte de la realidad y, por consiguiente, a apreciarla en
su totalidad. 12La mente es demasiado poderosa como para estar
sujeta a ninguna exclusión. 13Nunca podrás excluirte a ti mismo de
tus pensamientos.
2. Cuando un hermano actúa insensatamente, te está ofreciendo una
oportunidad para que lo bendigas. 2Su necesidad es la tuya. 3Tú
necesitas la bendición que puedes darle. 4No hay manera de que tú
puedas disponer de ella excepto dándola. 5Ésa es la ley de Dios, la
cual no hace excepciones. 6Careces de aquello que niegas, no porque
haya carencia de ello, sino porque se lo
has negado a otro, y, por lo tanto, no eres consciente de ello en ti. 7Lo
que crees ser determina tus reacciones, y lo que deseas ser es lo que crees que eres. 8Lo que deseas ser,
entonces, determina forzosamente todas tus reacciones.
3. No necesitas la bendición de Dios porque de ella ya dispones para
siempre, pero sí necesitas la tuya propia. 2La imagen que el ego
tiene de ti es la de un ser desposeído, vulnerable e incapaz de amar. 3No
puedes amar semejante imagen. 4Sin embargo, puedes escaparte muy
fácilmente de ella abandonándola. 5Tú no formas parte de esa imagen,
ni ella es lo que tú eres. 6No veas esa imagen en nadie, o la habrás
aceptado como lo que eres tú. 7Todas
las ilusiones acerca de la Filiación se desvanecen al unísono tal como fueron
forjadas al unísono. 8No le enseñes a nadie que él es lo que tú no
querrías ser. 9Tu hermano es el espejo en el que ves reflejada la
imagen que tienes de ti mismo mientras perdure la percepción. 10Y
la percepción perdurará hasta que la Filiación reconozca que es íntegra. 11Tú
inventaste la percepción, y ésta perdurará mientras la sigas deseando.
4. Las ilusiones son inversiones. 2Perdurarán mientras les sigas
atribuyendo valor. 3Todos los valores son relativos, mas todos son
poderosos porque son juicios mentales. 4La única manera de
desvanecer las ilusiones es retirando de ellas todo el valor que les has
otorgado. aAl hacer eso dejan de tener vida para ti porque las has
expulsado de tu mente. 5Mientras sigas incluyéndolas en tu mente
estarás infundiéndoles vida. 6Mas no hay nada en ellas que pueda
recibir tu regalo.
5. El don de la vida es tuyo para que lo des, ya que fue algo que se te dio.
2No eres consciente de él porque no lo das. 3No puedes hacer
que lo que no es nada tenga vida, puesto que es imposible darle vida a lo que no es nada. 4Por lo tanto,
no estás extendiendo el don que a la vez tienes y eres, y consecuentemente no
puedes conocer a tu propio Ser. 5Toda confusión procede de no
extender vida, ya que ésa no es la Voluntad de tu Creador. 6Separado
de Él no puedes hacer nada, y ciertamente no haces nada separado de Él. 7Sigue
el camino que Él te señala para que puedas recordar quién eres, y muéstraselo a
otros, no sea que te olvides de ti mismo. 8Honra únicamente a los Hijos del Dios viviente, y alégrate de
poder contarte entre ellos.
6. Honrar a tus hermanos es el único regalo
apropiado para quienes Dios Mismo creó dignos de honor, y a quienes honra. 2Muéstrales
el aprecio que Dios siempre les concede, pues son Sus Hijos amados en quienes
Él se complace. 3No puedes estar separado de ellos porque no estás
separado de Él. 4Descansa en Su Amor y protege tu descanso amando. 5Pero
ama todo lo que Él creó -de lo cual formas parte- o no podrás aprender lo que
es Su paz y aceptar Su don para ti mismo y como tú mismo. 6No podrás
conocer tu propia perfección hasta que no hayas honrado a todos los que fueron
creados como tú.
7. Sólo un Hijo de Dios es un
maestro lo suficientemente digno como para poder enseñar a otro. 2En
todas las mentes hay un solo Maestro que enseña la misma lección a todo el
mundo. 3Él siempre te enseña la inestimable valía de cada Hijo de
Dios, y lo hace con infinita paciencia, nacida del Amor infinito en nombre del
cual habla. 4Todo ataque es un llamamiento a Su paciencia, puesto
que Su paciencia puede transformar los ataques en bendiciones. 5Los
que atacan no saben que son benditos. 6Atacan porque creen que les
falta algo. 7Por lo tanto, comparte tu abundancia libremente y
enseña a tus hermanos a conocer la suya. 8No compartas sus ilusiones
de escasez, pues, de lo contrario, te percibirás a ti mismo como alguien
necesitado.
8. El ataque nunca podría
suscitar más ataques si no lo percibieses como un medio para privarte de algo
que deseas. 2Sin embargo, no puedes perder algo a no ser que no lo
valores, y que, por lo tanto, no lo desees. 3Esto hace que te sientas privado
de ello, y, al proyectar tu propio rechazo, crees entonces que son otros los
que te lo están quitando a ti. 4No podrás por menos que sentirte atemorizado
si crees que tu hermano te está atacando para arrebatarte el Reino de los
Cielos. 5Ésta es la base fundamental de todas las proyecciones del
ego.
9. Puesto que el ego es aquella
parte de tu mente que no cree ser responsable de sí misma, y puesto que no le
es leal a Dios, es incapaz de tener confianza. 2Al proyectar su
creencia demente de que tú has traicionado a tu Creador, el ego cree que tus
hermanos, que son tan incapaces de ello como tú, están intentando desposeerte
de Dios. 3Siempre que un hermano ataca a otro, eso es lo que
cree. 4La proyección siempre ve tus deseos en otros. 5Si
eliges separarte de Dios, eso es lo que pensarás que otros están haciendo
contigo.
10. Tu eres la Voluntad de Dios. 2No aceptes nada más
como tu voluntad, pues, de lo contrario, estarás negando lo que eres. 3Niega
lo que eres y atacarás, al creer que
has sido atacado. 4Mas ve el Amor de Dios en ti y lo verás en todas
partes porque está en todas partes. 5Ve Su abundancia en todos y
sabrás que estás en Él junto con todos tus hermanos. 6Ellos forman
parte de ti, tal como tú formas parte de Dios. 7Cuando no entiendes
esto, te sientes tan solo como se siente Dios Mismo cuando Sus Hijos no lo conocen. 8La paz de Dios radica en entender esto: 9Sólo
hay una manera de escaparse del pensamiento del mundo, del mismo modo en que
sólo hubo una manera de adentrarse en él: 10entendiendo totalmente
al entender la totalidad.
11. Percibe cualquier parte del
sistema de pensamiento del ego como
completamente demente, completamente ilusoria y
completamente indeseable, y habrás evaluado correctamente todo el sistema. 2Esta
corrección te permite percibir cualquier parte de la creación como
completamente perfecta, completamente real y completamente deseable. 3Al
desear sólo esto, tendrás sólo esto, y al
dar sólo esto, serás sólo esto. 4Las ofrendas que le haces al ego
siempre se experimentan como sacrificios,
pero las que le haces al Reino son
ofrendas que te haces a ti mismo. 5Dios siempre las estimará porque
les pertenecen a Sus Hijos amados, y Sus Hijos le pertenecen a El. 6Todo
poder y gloria son tuyos porque el Reino es Suyo.
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