1. Curar no es crear; es reparar. 2El Espíritu Santo fomenta la
curación mirando más allá de ella hacia lo que los Hijos de Dios eran antes de que la curación fuese
necesaria, y hacia lo que serán una vez que hayan sanado. 3Esta
alteración de la secuencia temporal debería resultarte familiar, ya que es muy
similar al cambio que el milagro produce en la percepción que se tiene del
tiempo. 4El Espíritu Santo es la motivación para alcanzar
la mentalidad milagrosa; la decisión de subsanar la separación renunciando a
ella. 5Tu voluntad se encuentra todavía en ti porque Dios la ubicó en tu mente, y
aunque puedes mantenerla dormida, no puedes destruirla. 6Dios Mismo
mantiene tu voluntad viva al transmitirla desde Su Mente a la tuya mientras
perdure el tiempo.
7El milagro mismo es un reflejo
de esta unión de voluntades entre Padre e Hijo.
2. El Espíritu Santo es el
espíritu del júbilo. 2Es la Llamada a retornar con la que Dios
bendijo las mentes de Sus Hijos separados. 3Ésa es la vocación de la
mente. 4Antes de la separación la mente no tenía ninguna vocación,
ya que antes de eso simplemente era, y no habría podido entender la llamada al
recto pensar. 5El Espíritu Santo es la Respuesta de Dios a la
separación; el medio a través del cual la Expiación cura hasta que la mente en
su totalidad se reincorpore al proceso de creación.
3. Tanto la
separación como el principio que gobierna la Expiación dieron comienzo
simultáneamente. 2Cuando el
ego fue engendrado, Dios puso en la mente la llamada al júbilo. 3Esta
llamada es tan poderosa que el ego siempre se desvanece ante su sonido. 4Por
eso es por lo que tienes que elegir escuchar una de las dos voces que hay
dentro de ti. 5Una la inventaste tú, y no forma parte de Dios. 6La
otra te la dio Dios, Quien sólo te pide que la escuches. 7El
Espíritu Santo se encuentra en ti en un sentido muy literal. 8Suya
es la Voz que te llama a retornar a donde estabas antes y a donde estarás de
nuevo. 9Aun en este mundo es posible oír sólo esa Voz y ninguna
otra. 10Ello requiere esfuerzo, así como un gran deseo de aprender. 11Ésa es la
última lección que yo aprendí, y los Hijos de Dios gozan de la misma igualdad
como alumnos que como Hijos.
En la mente hay dos voces, una llama al Amor la otra llama al miedo. Dicho de otra manera: Una de las dos voces está permanentemente recalcando lo que te puede hacer infeliz, lo que te hace infeliz. Lo que te enoja, la injusticia, el dolor, la trsiteza, etc. la otra voz es la vos de la alegría, de la paz, de la Fe en Dios, de lo que te hace feliz. Hay que sintonizarse con una y dejar de oír a la otra. El Espíritu Santo es la Voz que te muestra la Verdad y la Verdad siempre es el Amor.
4. Tú eres el Reino de los Cielos, pero
permitiste que la creencia en la oscuridad se infiltrase en tu mente,
por lo que ahora necesitas una nueva luz. 2El Espíritu Santo es el
resplandor al que debes permitir que desvanezca la idea de la oscuridad. 3Suya
es la gloria ante la cual la disociación desaparece y el Reino de los Cielos
pasa a ocupar el lugar que le corresponde: 4Antes de la separación
no tenías necesidad de dirección, 5pues disponías de conocimiento,
tal como dispondrás de él de nuevo, pero como no dispones de él ahora.
5. Dios no guía
porque la único que puede hacer es compartir Su perfecto conocimiento. 2Guiar
entraña evaluación, ya que implica que hay una manera correcta de proceder y
otra incorrecta, una que se debe escoger y otra que se debe evitar. 3Al
escoger una, renuncias a la otra. 4Elegir al Espíritu Santo es
elegir a Dios. 5Dios no está dentro ti en un sentido literal, más
bien, tú formas parte de Él. 6Cuando elegiste abandonarlo te dio una
Voz para que hablase por Él, pues ya no podía compartir Su conocimiento contigo
libremente. 7La comunicación directa se interrumpió al tú inventar
otra voz.
6. El Espíritu Santo te insta tanto a recordar como a
olvidar. 2Has elegido estar en un estado de oposición en el que los opuestos
son posibles. 3Como resultado de ello, hay ciertas decisiones que
tienes que tomar. 4En el estado de santidad la voluntad es libre, de
modo que su poder creativo es ilimitado y elegir no tiene sentido. 5El
poder de elegir es el mismo poder que el de crear, pero su aplicación es
diferente. 6Elegir implica que la mente está dividida. 7El
Espíritu Santo es una de las alternativas que puedes elegir. 8Dios
no dejó a Sus Hijos desconsolados a pesar de que ellos decidieron abandonarlo. 9La
voz que ellos pusieron en sus mentes no era la Voz de Su Voluntad, en favor de
la cual habla el Espíritu Santo.
7. La Voz del Espíritu Santo no da órdenes porque es
incapaz de ser arrogante. 2No
exige nada porque su deseo no es controlar. 3No vence porque no
ataca. 4Su Voz es simplemente un recordatorio. 5Es
apremiante únicamente por razón de lo que te
recuerda. 6Le ofrece a tu mente el otro camino, permaneciendo serena
aun en medio de cualquier confusión a que puedas dar lugar. 7La Voz
que habla por Dios es siempre serena porque habla de paz. 8La paz es más poderosa que la guerra porque
sana. 9La guerra es división, no expansión. 10Nadie gana
en la batalla. 11¿Qué saca un hombre con ganar el mundo entero si con ello pierde su propia alma? 12Si le prestas oídos a la voz que no debes, pierdes de
vista a tu alma. 13En realidad no puedes perderla, pero puedes no
conocerla. 14Por lo tanto,
te parecerá que la has "perdido" hasta que elijas correctamente.
8. El Espíritu Santo es tu Guía a
la hora de elegir. 2Reside en la parte de tu mente que siempre habla en favor de la elección
correcta porque habla por Dios. 3Él es el último nexo de comunicación
que te queda con Dios, comunicación que puedes interrumpir, pero no destruir. 4El Espíritu
Santo es el vehículo mediante el cual la Voluntad de Dios se cumple así en la
tierra como en el Cielo. 5Tanto el Cielo como la tierra están en ti
porque la llamada de ambos está en tu mente. 6La Voz de Dios procede
de los altares que le has erigido a Él. 7Estos altares no son
objetos, son devociones. 8Sin embargo, ahora tienes otras devociones.
9Tu devoción dividida te ha dado dos voces, y ahora tienes que
elegir en cuál de los dos altares quieres servir. 10La llamada que
contestas ahora es una evaluación porque se trata de una decisión. 11La
decisión es muy simple. 12Se toma sobre la base de qué llamada es
más importante para ti.
9. Mi mente será siempre como la tuya porque fuimos
creados iguales. 2Fue sólo la decisión que tomé lo que me dio plena
potestad tanto en el Cielo como en la tierra. 3El único regalo que
te puedo hacer es ayudarte a tomar la misma decisión. 4Inherente a
esta decisión es la decisión de compartirla, pues la decisión en sí es la
decisión de compartir. 5Se toma mediante el acto de dar, y es por lo tanto, la. única alternativa
que se asemeja a la verdadera creación. 6Yo soy tu modelo a la hora
de tomar decisiones. 7Al decidirme por Dios te mostré que es posible tomar esta
decisión y que tú la puedes tomar.
10. Te he
asegurado que la Mente que decidió por mí se encuentra también en ti, y que
puedes permitirle que te transforme, tal como me transformó a mí. 2Esta
Mente es inequívoca porque sólo oye una Voz y contesta de una sola manera. 3Tú
eres la luz del mundo junto conmigo. 4El descanso no se deriva de dormir sino de
despertar. 5El Espíritu Santo es la llamada a despertar y a
regocijarse. 6El mundo está muy cansado porque es la idea del
cansancio. 7Nuestra jubilosa tarea es la de despertarlo a la Llamada
a Dios. 8Todos responderán a la Llamada del Espíritu Santo, ya que, de lo contrario, la Filiación no
sería una. 9¿Qué mejor vocación puede haber para cualquier parte del
Reino que la de restituirlo a la perfecta integración que le devuelve la plenitud? 10Escucha
sólo esto a través del Espíritu Santo en ti, y enseña a tus hermanos a escuchar
tal como yo te estoy enseñando a ti.
11. Cuando te
sientas tentado por la voz falsa,
recurre a mí para que te recuerde cómo sanar compartiendo mi decisión, haciéndola así aún más firme. 2Al
compartir este objetivo, aumentaremos su poder para atraer a toda la Filiación
y para restituirla nuevamente a la unicidad* en la que fue creada. 3Recuerda
que "yugo" quiere decir “unión”, y “carga” significa “mensaje”. 4Reformulemos
la frase "Mi yugo es llevadero y mi carga
ligera" de esta forma: "Unámonos, pues mi mensaje es la Luz".
12. Te he pedido encarecidamente que te comportes tal
como yo me comporté, pero para eso tenemos que responder a la misma Mente. 2Esa
Mente es el Espíritu Santo, Cuya Voluntad dispone siempre en favor de Dios. 3El
Espíritu Santo, te enseña cómo tenerme a mí de modelo para tu pensamiento, y,
consecuentemente, a comportarte como yo. 4El poder de nuestra
motivación conjunta está más allá de lo que se puede creer, pero no más allá de
lo que se puede lograr. 5Lo que juntos podemos lograr es ilimitado
porque la Llamada a Dios es la llamada a lo ilimitado. 6Hijo de
Dios, mi mensaje es para ti, para que lo oigas y se lo transmitas a otros a
medida que respondes al Espíritu Santo en ti.
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