1. Lo que el miedo ha ocultado
sigue siendo parte de ti. 2Unirse a la Expiación es la manera de
escapar del miedo. 3El Espíritu Santo te ayudará a reinterpretar
todo lo que percibes como temible, y te enseñará que sólo lo que es amoroso es
cierto. 4La verdad está más allá de tu capacidad para destruir;
aceptarla, en cambio, está enteramente a tu alcance. 5Te
pertenece porque, al ser tú una extensión de Dios, la creaste junto con Él. 6Es
tuya porque forma parte de ti, tal como tú formas parte de Dios porque El te
creó. 7Nada que sea bueno se puede perder, pues procede del Espíritu
Santo, la Voz que habla en favor de la creación. 8Nada que no sea
bueno fue creado jamás, y, por lo tanto, no puede ser protegido. 9La
Expiación garantiza la seguridad del Reino, y la unión de la Filiación lo
protege. 10El ego no puede prevalecer contra el Reino porque la
Filiación está unida. 11En presencia de aquellos que oyen la exhortación
del Espíritu Santo a ser uno, el ego se desvanece y queda des-hecho.
Todo lo que percibimos es interpretado por la mente desde el sistema de pensamiento que elijamos. Sea el miedo o sea el Amor. Es obvio que si lo que percibimos nos hace infelices y nos quita la Paz estamos interpretando la percepción con el sistema de pensamiento del miedo. El Espíritu Santo nos ayuda a reinterpretar la percepción y nos enseñará que sólo lo amoroso es cierto.
2. Lo que el ego
forja se lo guarda para sí, y, por lo tanto, carece de fuerza. 2Su
existencia no se puede compartir. 3No muere, simplemente nunca
nació. 4El nacimiento físico no es un comienzo, es una continuación.
5Todo lo que continúa ha nacido ya. 6Aumentará a medida
que estés cada vez más dispuesto a devolverle a la parte superior de tu mente
la parte que no está sana, devolviéndole de este modo tu mente indivisa a la
creación. 7Yo he venido a sentar las bases para que tus propios
pensamientos puedan hacerte verdaderamente libre. 8Has cargado con
un fardo de ideas que no se pueden compartir y que son demasiado endebles como
para poder expandirse. aMas una vez que las concebiste no supiste
cómo erradicarlas. 9Tú no puedes cancelar tus propios errores
pasados por tu cuenta. 10No desaparecerán de tu mente sin la
Expiación, remedio éste que no es obra tuya. 11La Expiación debe entenderse
exclusivamente como un simple acto de compartir. 12Eso es lo que
quise decir cuando afirmé que incluso en este mundo es posible escuchar una
sola Voz.
13Si formas parte de Dios y la Filiación es una, no puedes
estar limitado al ser que el ego ve.
3. Cada
pensamiento amoroso que cualquier parte de la Filiación abriga es patrimonio de
todas sus partes. 2Se puede compartir porque es amoroso. 3Dios crea compartiendo, y así es
como tú creas también. 4El ego puede mantenerte exiliado del Reino, pero en el
Reino en sí el ego no tiene ningún poder. 5Las ideas del espíritu
no abandonan la mente que las piensa, ni tampoco pueden entrar en conflicto
entre sí. 6 Las ideas del ego, en cambio, pueden entrar en conflicto
porque ocurren en diferentes niveles y también porque incluyen pensamientos que
incluso en el mismo nivel están en franca oposición. 7Es imposible compartir pensamientos que se
oponen entre sí. 8Sólo puedes compartir los pensamientos que proceden de Dios, los cuales Él conserva para
ti. 9El Reino de los Cielos se compone de pensamientos de esa clase.
10Todos los demás permanecerán contigo hasta que el Espíritu Santo
los haya reinterpretado a la luz del Reino, haciendo que sean también dignos
de ser compartidos. 11Cuando se hayan purificado lo suficiente Él
te permitirá compartirlos. 12La decisión de compartirlos es lo que los purifica.
4. Yo oí una sola Voz porque comprendí que era
imposible que pudiese expiar únicamente para mí mismo. 2Escuchar una
sola Voz implica que has decidido compartirla para así poderla oír tú mismo. 3La
Mente que estaba en mí se siente todavía irresistiblemente atraída hacia todas
las mentes creadas por Dios, porque la Plenitud de Dios es la plenitud de Su
Hijo. 4Nada puede hacerte daño, y no debes mostrarle a tu hermano
nada que no sea tu plenitud. 5Muéstrale que él no puede hacerte daño
y que no le guardas rencor, pues, de lo contrario, te estarás guardando rencor
a ti mismo. 6Ese es el significado de: "Ofrécele también la
otra mejilla".
"Ofrecer la otra mejilla" es el conocimiento de que no se me hizo nada. Es el perdón perfecto. Es el conocimiento de que cualquier ofensa es una proyección y que sólo me puedo hacer daño a mi misma.
5. Se puede enseñar de muchas maneras, pero ante todo
con el ejemplo. 2Enseñar debe ser curativo, ya que consiste en
compartir ideas y en el reconocimiento de que compartir ideas es reforzarlas. 3No
puedo olvidar la necesidad que tengo de enseñar lo que he aprendido, la cual
surgió en mí precisamente por haberlo
aprendido. 4Te exhorto a que enseñes lo que has aprendido porque al
hacerlo podrás contar con ello. 5Haz que sea algo con lo que puedes
contar en mi nombre porque mi nombre es el Nombre del Hijo de Dios. 6Lo
que aprendí te lo doy libremente, y la Mente que estaba en mí se regocija
cuando eliges escucharla.
6. El Espíritu Santo expía en todos nosotros
des-haciendo y de esta manera te libera de la carga que le has impuesto a tu
mente. 2Al seguir al Espíritu Santo se te conduce de
regreso a Dios, que es donde te corresponde estar. aMas ¿cómo
podrías encontrar el camino que conduce a Él sino llevando a tu hermano
contigo? 3Mi papel en la Expiación no concluirá hasta que no te unas
a ella y se la ofrezcas a otros. 4Lo que enseñes es lo que
aprenderás. 5Nunca te dejaré desamparado ni te abandonaré porque
hacer eso sería abandonarme a mí mismo y abandonar a Dios que me creó. 6Abandonas
a Dios y te abandonas a ti mismo cuando abandonas a cualquiera de tus
hermanos. 7Tienes que aprender a verlos tal como son, y entender
que le pertenecen a Dios al igual que tú. 8¿De qué mejor manera
puedes tratar a tu hermano que dándole a Dios lo que es de Dios?
Todo aquello que ves en tu hermano que Dios nunca vería, es lo que tienes para sanar en ti.. Es la proyección de lo que tienes que sanar.
7. La Expiación te confiere el poder de una mente que
ha sanado, pero el poder de crear es de Dios. 2Por lo tanto,
aquellos que han sido perdonados deben dedicarse en primer lugar a curar, pues
al haber aceptado la idea de la curación, deben compartirla para así
conservarla. 3El poder de la creación en su totalidad no se puede
expresar si una sola de las ideas de Dios se encuentra excluida del Reino. 4La
voluntad conjunta de la Filiación es el único creador que puede crear como el
Padre, ya que sólo lo que es íntegro puede pensar íntegramente, y al
pensamiento de Dios no le falta
nada. 5Cualquier pensamiento que tengas que no sea a través del Espíritu Santo no es íntegro.
8. ¿Cómo es posible que tú que eres tan santo puedas
sufrir? 2Todo tu pasado, excepto su belleza, ha desaparecido, y no
queda ni rastro de él, salvo una bendición. 3He salvaguardado todas
tus bondades y cada pensamiento amoroso que jamás hayas abrigado. 4Los
he purificado de los errores que ocultaban su luz, y los he conservado para ti
en su perfecta luminiscencia.5Se encuentran más allá de la
destrucción y de la culpabilidad. 6Procedieron del Espíritu Santo en
ti, y sabemos que lo que Dios crea es eterno. 7Puedes ciertamente
partir en paz porque te he amado como me amé a mí mismo. 8Mi
bendición va contigo para que la extiendas. 9Consérvala y
compártela, para que sea siempre nuestra. 10Pongo la paz de Dios en
tus manos y en tu corazón para que la conserves y la compartas. 11El
corazón la puede conservar debido a su pureza y las manos la pueden ofrecer
debido a su fuerza. 12No podemos perder. 13Mi juicio es
tan poderoso como la sabiduría de Dios, en Cuyo Corazón y Manos radica nuestra
existencia. 14Sus sosegadas criaturas son Sus Hijos benditos. 15Los
Pensamientos de Dios están contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario